Amistad como la mejor forma de amor

Hoy es el Día de la Madre. Ayer, yo regresé a California después dos semanas a una escuela de idiomas en Costa Rica–justo a tiempo para este día. Hice este abundantemente claro a mi hija. Espero una gran muestra de su amor y adulación y respeto para mi, por supuesto. A menudo decimos que no hay un amor mejor que el amor de una madre por sus hijos. Una madre (y por supuesto un padre) hace grande sacrificios por sus hijos, verdad?

No según Jesús. En nuestro evangelio de hoy, Jesús habla del amor especial de la amistad. Además él describe su gran sacrificio de muerte en la cruz como un regalo de amor entre amigos: “El amor más grande que uno puede tener es dar su vida por sus amigos.”

Recuerda, en mi sermón anterior, que la carta de Juan fue escrita al fin del primer siglo. Fue una época en la que la iglesia naciendo estaba creando poco a poco sus conocimientos de la naturaleza de Jesús. Fue Jesús un hombre? Un Dios? O ambos? El evangelista Juan describe a Jesús como hombre divino: siempre humano, siempre divino, completamente unido con Dios de por vida.

Por esta razón, este pasaje de Juan es sorprendente. Presta atención a la palabra que Jesús usa para describir a sus discípulos: “Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando.  Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo. Los llamo mis amigos, porque les he dado a conocer todo lo que mi Padre me ha dicho.”

Nosotros somos los amigos de Jesús, y por eso los amigos de Dios. Esto es sorprendente porque Juan desea representar a Jesús como Dios. Se espera que un Dios esté lejos de nosotros, no cerca como una amiga.De hecho, el concepto de Jesús o Dios como amigo es casi raro en la Biblia. En el libro de Éxodo es escrito que Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con un amigo. Además, Abraham es descrito como amigo de Dios en uno pequeño verso en el segundo libro de Las Crónicas.

En el evangelio de Lucas, Jesús mismo describe a varias personas como amigo. A ellos el llama usando el nombre de amigo. En algunos casos en Lucas, Jesús está llamando a sus seguidores como amigos. Por otra parte, Jesús está llamando los desconocidos como amigos: un hombre que Jesús acaba de curar; otro hombre que pregunta algo a Jesús. En fin, Jesús llama a Judas como amigo.

Esto es el amor radical de Dios. Cuando se llama al peor enemigo—Judas–como amigo, se ama verdaderamente como Dios.

Creo que, en sus palabras sobre amistad, Jesús desea que nosotros examinemos la naturaleza de la amistad. ¿Cómo es que el amor de amistad refleja el amor radical de Dios?

Para mi, la diferencia más grande entre el amor maternal y el amor de amistad es que una amiga escoge un otra amiga. Aunque los padres pueden elegir tener hijos, el amor entre padres e hijos es obligatorio. Por ejemplo en Los Diez Mandamientos–Honra a tu padre y madre. Además, se espera que los padres cuidar a sus hijos con amor y cariño.

Sin embargo, el amor entre amigos es elegido. Aunque no recuerdo exactamente el momento en que mis amigos me escogieron, recuerdo con facilidad la primera vez en la que yo escogí mi primera amiga en mi escuela. Ella estaba llorando tras el jungle gym en nuestro kindergarten porque otras niñas la habían rechazado. Le pregunté, “¿Quieres jugar?″ Limpió la nariz con su mano y asintió con la cabeza.

Fue una elección. Nosotros hemos permanecido amigas durante muchos años, casi cincuenta años. Durante esos años, hemos continuado siendo amigas. A veces, hemos estado más lejos una de otra, y a veces hemos estado más cerca. Hemos tenido discusiones y algunos momentos de enojo entre ambas durante los años. Y cada vez, nos revolvemos continuar, uno al otro. Es lo mismo en el matrimonio—una elección de amor.

 

Jesús afirma esta concepto de elección cuando el dice, “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes.”  Fue una elección unidireccional, pero no una amistad unidireccional. Después de su primera elección, ellos escogen seguirlo una vez y otra vez.

Hay otro aspecto de la amistad que es descrito en fuentes antiguas y contemporáneas. El antiguo filósofo griego Aristóteles escribió que un amigo es otro yo. Algunos creen que describió la idea de que nosotros amigos son espejos de nosotros mismos. Buscamos amigos que son muy similar a nosotros.

Sin embargo, un teólogo contemporáneo que se llama Moussalakis dice que Aristóteles intentó algo. Es decir, nos encontramos con nuestro verdadero ser por medio de– y a través de–amistad con los demás. Mientras que crecemos en nuestras relaciones con amigas o amigos, nuestro ser es reflejado en sus reacciones.

Para mí, la parte mejor de la amistad es que puedo ser exactamente lo que soy. No hay ninguna pretence. Puedo ser mi mejor Janine o mi peor Janine, y mis amigos continúan eligiendo la amistad. ¡Qué fabuloso! Puedo tener un mal día sin perder un amigo o amiga. Sin embargo, su reacción a mi me enseña mucho. Si mi conducta les da alegría, entonces quiero hacer más de esta conducta.

Si tengo un mal día y yo demuestro mal comportamiento, me demuestran misericordia y piedad a mí. Ellos me perdonan de pronto. No me critican, no se burlan a mí. Ellos me demuestran la misericordia y amor incondicional de Dios. Como respuesta, deseo ser una versión más mejor de Janine. Somos refinados por medio de nuestras amistades, poco a poco.

La escritora popular Anne Lamott describe mejor que yo como la amistad nos refina. Dice: ‟Parafernalia y el encanto desaparecen … Deja que la gente te vea. Ellos ven que sus brazos son hermosos, suaves y limpios y cálidos, y entonces verán esto sobre sus mismos brazos, a veces. Se llama tener amigos, la elección de uno al otro, siendo encontrada, siendo pescada de los escombros. ,¿Cómo ha pasado este maravilloso evento–yo en tu vida, y tu en el mío?″ En amistad, ella escribe, nos encontramos la verdad y la ternura.

Algunos de ustedes han estado leyendo mi posts en el Facebook recientemente, y entonces saben que fui a Costa Rica por dos semanas para estudiar español. ¡Que aventura! Viví con una anfitriona que abre su casa a estudiantes de español. Desde el primer momento de presentarse, ella se condujo como amiga. Ella me animó a comer y beber lo que quisiera, ye me dijo que yo debería considerar la casa mi casa.

No estaba segura al principio. Cuando quise una bebida, se la pedí, y ella abrió su refrigerador de par en par y me dijo otra vez, ‟Verdaderamente, es tu casa. Toma lo que quieras.″ Anne Lamott escribe que la bienvenida es el primero paso de la amistad.

Durante mi primera cena en su casa, me di cuenta de sus conversaciones de celular. Recibió al menos tres llamadas durante nuestra cena, ye ella hablaba con ellos y con migo también, no sé como es posible. Después de cada conversación, ella dijo, ‟Es mi amiga en Miami″ o ‟Es mi amigo in Nueva York.″ Ella tiene una masters en la amistad.

Mi segundo día, sobreviví 6 horas de inmersión en la gramática y conversación en español. Cuando regresé a su casa, ella me llamó como una niña volviendo de la escuela, ‟¿Cómo va tu día?″Durante les días siguientes, ella me invitó a ayudarle con mondados. ¿Quieres ir al automercado conmigo? ¿Quieres ir al mall conmigo? Siempre respondí sí, y ella me demostró y explicó muchas cosas.

La conversación fue un desafío (y todavía permanece como desafío) por dos razones. Yo estoy aprendiendo todavía el español, y con sus huéspedes de los Estados Unidos, ella habla una mezcla de Spanglish que yo encontré más confuso que español. Invariablemente, nos reímos mucho. El tercera día, yo le invité al cine. Y cuando estábamos riendo en el carro, yo pensé, ‟Esto es como mis amistades en los Estados Unidos.″

No me pareció posible que ya nos hiciésemos amigas—¡en tres días! En cambio, reíamos como amigas de largo tiempo.  Que milagro. Ella me invitaba ir con ella durante sus mandados. Yo le invitaba a la pelicula. Ella me dio las aretes. Yo le compré dos margaritas. ¿Cómo es posible que somos amigas?

Hay algunas razones. Primero, como anfitriona en asociación con mi escuela de idiomas, ella está obligada tratarme como miembra de su familia. Compartimos la comida, ye compartimos algunas diversiones. Ella está animada a hablar conmigo mucho en español. Por eso dedicamos much timepo juntos a propósito, como obligación.

Otra razón es la cultura de Costa Rica. En su cultura, una persona comparte información íntima como si ella fuera mi hermana. Me si sorprendí de que ella se desnudó parcialmente para mostrarme algunas moretones por una caida reciente.

Además, somos amigos porque aguantamos juntos una experiencia difícil.

Mis amigos, sobrevivimos una noche horible del tráfico de San José, Costa Rica, durante un día feriado. De ninguna manera exageroque horible fue esa noche. ¡Que choferes locos! Mi amiga condujo el carro a la cine en esta tráfico. Ella viró bruscamente al izquiero y a la derecha, tocando la bocina y gritando, “Bruto! Bruto!″

Yo le dí con voz baja, ‟Tranquila. Ten cuidad. Conduce despacio.″ Pero en mi mente, oré a Dios, ‟Sálvame. Voy a morir!″

La noche estaba tan loca que reíbimos constantemente, y yo pensaba, ‟Bueno. Si muero, moriré riendo, y con una amiga.”

Eso es. La amistad es el resultado de al menos tres cosas:

  1. Una obligación de amar a nuestros vecinos.
  2. Una buena voluntad de revelarnos a otros.
  3. Permanecer juntos en experiencias difíciles.

De la misma manera, Jesús y sus discípulos se hicieron amigos. Jesus amó todos sus vecinos, aun Judas. Jesús se reveló a sus discípulos. Y finalmente, ellos auguantaron experiencias juntos. Sufrieron juntos.

Por supuesto, estas características existen en familias también. El amor entre padres, y entre padres y sus hijos, es tan fuerte, y este amor merece nuestro respeto y adulación hoy. Sin embargo, es que en la amistad elegido que podamos ver con mucho claridad la elección de amor, especialmente a través de las fronteras de las idiomas, las culturas, los paises, las creencias, y más.

Despues de mi estancia en Costa Rica, yo entiendo con más sensibilidad la razón que Jesús insistió en que sus discípulos fueran sus amigos. Antes de despedirse, él deseó pedirles la continuación de su amistad y su misión mutual. Además, Jesús supo que la amistad serviría como método de refinamiento por sus discípulos—y por nosotros.

Paracería descabellado ser amigos de Jesús. Este tipo de amistad es extraño, inesperado, aun imposible. En cambio, ¿Por qué no? Es cierto que algunas relaciónes son extrañas, inesperadas, aun imposibles imaginar. Jesús resucitado nos ha elegido, y nosotros hemos respuesto ″sí.″ La amistad requiere nada más—    A menos que Jesús me mande a conducir un carro en Costa Rica. De ninguna manera!

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s